miércoles, enero 16, 2008

 

Mucha plata y pocas nueces

El superávit sigue creciendo.
25.670 millones de pesos en 2007 anunció el ministro de Economía Martín Lousteau.
"Rompió records históricos", dijo pavoneándose. Y así vienen rompiendo récords desde que empezó el modelo Kirchner.

Ahora, ¿no creen que es necesario reinvertir ese dinero?

¿Cuántas fábricas nuevas hay? ¿Cuántas escuelas nuevas? ¿Autopistas, rutas o caminos? ¿Hospitales y centros de salud? ¿Trenes?

Nada, esa plata no vuelve a la gente.

Franklin D. Roosevelt decía que su clave para haber ganado 4 elecciones y haber sacado a Estados Unidos del pozo post '29 fue nunca estar en superávit. Siempre en déficit. De esa forma el Estado, que no debía ganar dinero, hacía circular en el país esas ganancias e invertía.

Es ilógico decir que habría que hacer lo mismo acá. No sirve de nada copiar un modelo de otro país en otra época. Pero sí reflexionar sobre el por qué no vuelve el dinero al país.

Porque es un modelo que se basa en tener suficiente dinero para absorver crisis eventuales y para mantener el dólar alto con lo cual permitir las exportaciones y ganar plata con el campo.

No digo desechar la opción del campo, pero no puede ser el único sustento.
Un país sin industrias fuertes y una conexión verdadera entre sí mediante tendido ferroviario no puede funcionar a largo plazo.

Es hora que dejen de pavonearse con el superávit alto y que lo gasten en la gente para así decir: tenemos superávit cero. Lo invertimos todo.

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