domingo, agosto 26, 2007

 

Quipus



En los registros de las crónicas y visitas de los españoles durante la conquista del Imperio Inca, se encuentran varios comentarios sobre unos quipus (o kipus) y sus respectivos quipucamayoc (quienes leen los quipus).

Durante mucho tiempo, en la historiografía se consideró que sólo los Aztecas poseían un sistema de códices que servía como escritura y que por ello se los podía estudiar de esa forma, mediante registros escritos directos. Eran así la única fuente pre-hispánica

Fue una apreciación errada, porque estos quipus son también un código, una especie de escritura, donde se registraban eventos de todo tipo. En general, hay común acuerdo sobre una de sus funciones: la contabilidad. Mediante el sistema de nudos y trenzado y de la elección de colores se tenía una forma de escritura en la cual quedaban registradas las cuentas y censos del Imperio Inca.
Pero también se cree que podían haber servido como una forma de escritura más amplia, en la que estaban registrados eventos puntuales de la historia.


Lamentablemente hasta ahora nadie pudo descifrar bien qué quieren decir los quipus y una vez desaparecidos todos los quipucamayoc, sus intérpretes y confeccionadores, desapareció también ese conocimiento.

Sin embargo, durante la conquista estos individuos eran utilizados por los cronistas para recolectar datos de los pueblos y lugares que visitaban. A partir de esas crónicas y esos registros españoles podemos conocer ciertas situaciones que tuvieron a los quipus como protagonistas.
Su carácter secreto, la posibilidad de contener información más allá de la contable y la actitud de ciertos españoles se ve documentada en textos de Garcilaso de la Vega, Guaman Poma, Cieza de León y del Virrey Toledo.

Este último, encargado de la zona inca, terminó mandando a destruir gran parte de estos quipus. Desconocer qué significaban y tener que confiar en unos indivuduos especialzados para su traducción irritaba a los españoles. Y sobre todo el peligro de que esos códigos contengan información que pueda ser usada contra la colonia.
Al reeducar a las comunidades locales no querían que a través de esos quipus puediera retornar un fervor pre-hispánico. Lo mejor era borrar la historia. Es extraño que si bien los españoles pudieron aprender quechua fácilmente, no lograron descifrar este código.

Un ejemplo de la información que los españoles pudieron recolectar de los quipus:
...los lupaka aymara-hablantes del Titicaca, que según un khipu que presentaron a Garci Diez habían sido veinte mil hogares antes de la invasión europea.
(en John Murra, Formaciones económicas y políticas del mundo andino).

Según Hyalmar Blixen en http://letras-uruguay.espaciolatino.com/blixen_hyalmar/textos_indigenas.htm:
El “quipu” que hoy se utiliza es simplemente un sistema para contar o hacer pequeñas estadísticas y así no extraña que se crea que siempre tuvo esa única finalidad. Sin embargo, muchos cronistas de Indias aluden a los quipus como a un sistema de escritura. Así, Blas Valera señala que el poema “Sunaj Ñusto” fue hallado por él en los nudos de anales antiguos y que unos indios, leyéndolos, le dictaron el cantar que él escribió en quechua, pero con nuestro sistema de escritura. La Relación Anónima de Cuzco refiere que en los antiguos quipus se narraba un viaje fantástico, viaje que Manco Kapac había hecho al planeta Pirna (Marte). Antonio de Herrera los consideraba como libros pues dice que expresaban “cuanto pueden decir historias, leyes, ceremonias y cuentas de negocios”. Guzmán Parra dice que las fuentes de su historia de los antiguos incas está basada en los quipus que los indios le leyeron. Por eso, porque allí estaban consignadas las tradiciones históricas, religiosas, literarias y sociales de los incas, tradiciones que se oponían a la cultura ibérica, el Concilio Provincial de Lima de 1583 recomendó la destrucción de los quipus, cosa que nunca hubiera hecho si se tratara de un simple sistema de numeración.


Hay que entender también que, dada la corta duración del imperio incaico, de 1438 a 1532, lo más probable es que ese sistema ya existía antes en los grupos locales y en los imperios anteriores y que los incas lo readaptaron a funciones estatales, como hicieron con la mit'a (las prestaciones de trabajo rotativas) y los mitimaes (colonos de un núcleo que se alejan de éste y explotan otra zona para conseguir otro tipo de recursos).
Estos sistemas también fueron readaptados por los españoles (las famosas mitas a las minas), pero los quipus, por su caracter prohibitivo, no lograron tal reutilización.

Hoy día se conservan unos pocos y su significado es desconocido. Es improbable que hablen de cosas maravillosas como muchos esperarían de algo tan secreto. Lo más probable es que contengan información de censos y quizás alguna genealogía real. Con mucho optimismo, alguna leyenda (algo similar pasa en los jeroglíficos egipcios que tanta incertidumbre traen, pero que en general no hablan de nada espectacular o sobrehumano).
Ahora bien, la pregunta es si realmente es más importante que escondan un secreto oculto por milenios en vez de que contengan registros de la vida cotidiana.

Supuesta decodificación de los nudos de los quipus

sábado, agosto 11, 2007

 

Contrastes

El 141 es un colectivo que casi siempre aparece lleno, pero por suerte donde me lo tomo yo llega casi vacío.
Entonces me senté, rumbo a la facultad. Traté de leer, pero había anochecido y apenas algunas luces del bondi funcionaban. En cuestión de minutos subió tanta gente en ese miércoles por la noche que lo poco que había de luz me lo tapaban las personas paradas.

Hasta ahora nada que ver con lo que iba a decir.

El punto es que se generó una situación de marcado contraste, muy visual, entre ciertas personas que tenía cerca. Sentadas, una casi arriba de la otra, en el asiento que estaba adelante mío, había dos chicas (y acá no quiero ser racista pero tengo que dar la idea de contraste visual) que bien podrían ser el estereotipo de hijas de inmigrantes del noa o de países limítrofes como Bolivia. Además eran bajas, rellenitas, problemas dentales, etc etc. Iban comiendo un chupetín y hablando a viva voz con sus compañeras que estaban distribuídas por todo el colectivo.
Casi en seguida suben dos chicas rubias rubias, altas, flacas, muy producidas, muy top de lo top. Y quedan paradas frente a las otras dos.
Ahora, en ese punto el contraste visual era evidente. Aunque uno trate no puede dejar de estereotipar en esas situaciones.

De una, una de las rubias miró a su amiga en forma cómplice y sonrieron en tono burlón escondido.
Luego, más allá de lo visual, empecé a notar que en esa situación ambos grupos empezaban a exagerar sus formas. Las chicas morochas empezaban a hablar peor, más fuerte, de cosas más íntimas. Casi como si dijeran, '¿querías una negra? ¡tomá!'. Y las otras cada vez hablaban con más decoro, hacían gestos gráciles y trataban de mantener la postura.

Todo esto no iba a pasar de lo mero anecdótico si no hubiese pasado lo siguiente:
Una de las morochas le pregunta a la otra: ¿qué hora es?
Su amiga saca el celular y se fija: '9 menos 20'
Luego de 1/2 minuto, una de las rubias saca su celular y se fija la hora.
Este gesto me pareció el más agresivo, aunque inconciente quizás, de todos.

Estas chicas no compartían en este mundo muchas cosas, pero lo que sí compartían obligadamente es el tiempo. La hora es igual para todos. Y también es un lugar fijo, a pesar de su movimiento constante, y que nos atrae inmediatamente a la realidad. A una supuesta verdad.
La chica rubia verificó la hora en su celular porque debe haber sentido que necesitaba verificar si el tiempo de la otra estaba bien. Quizás para sus prejuicios inmediatos algún error tenía que tener. Si son tan diferentes, quizás tienen otra hora. O peor, quizás como hacen tales cosas mal también tienen mal la hora. O en forma de clase social, quizás tiene una hora empobrecida.
El punto es que la hora de seguro era la misma y yo no puedo saber lo que pasó por la cabeza de la rubia pero me imagino que fue algo así como una superposición de planos.
Finalmente compartían el espacio y el tiempo.

martes, agosto 07, 2007

 

The Auteurs - Chinese Bakery

Sigo con la idea de alternar textos y música

En esta ocasión les dejo uno de los primeros videos de The Auteurs, allá por 1993 cuando Luke Haines tenía el pelo largo, de un tema que se llama Chinese Bakery.

Les recomiendo mucho a esta banda y todo lo que hizo y hace Luke Haines, entre otras cosas Black Box Recorder.

Si escuchan más cosas, o para los que ya lo conocen, van a poder ver en este tema algunas melodías que después van a aparecer en otras canciones de discos posteriores. Al menos creo escuchar la melodía de After Murder Park y la de I Shot Sarah Lucas


viernes, agosto 03, 2007

 

Magia en el subte

Otro viaje en subte como siempre. La línea D a la tarde. Y como siempre nuevas reflexiones.

Nunca faltan los vendedores, los que dejan tarjetas, los que sólo les queda pedir o los músicos. Esta vez subió un mago.

Con la cadencia en la voz típica de los vendedores ambulantes pero intentando mezclar alguno que otro chiste, este profesional de la ilusión realizó 3 trucos de magia en lo que lleva pasar por 2 estaciones. Trucos que le salieron perfectos y con la participación del público.
No llegué a ver el cuarto truco porque me tuve que bajar, pero me quedé pensando en la diferencia entre un espectáculo de magia en el subte y uno en un teatro.
Me acordé de cuando fui a ver a David Copperfield cuando era niño, un espectáculo que me había encantado. Pero claro, era un escenario con la oscuridad necesaria, con la comodidad necesaria, con el tiempo necesario. El público en su butaca aplaude y paga mucho por verlo.

Ahora, tenemos este chico que hace tres trucos de magia y hace participar a la gente en aproximadamente 3 minutos, haciendo equilibrio con el movimiento del vagón, con público que lo mira de todos los flancos, a plena luz y sin la satisfacción de un camarín luego.
Y me dan ganas de hacer una oda si tan sólo supiera hacerla. Una oda a personas como este chico que al fin y al cabo son realmente artistas y a quienes sin dudas habría que darles el diploma de ilusionista por lograr que todo un vagón de subte lleno de porteños amargados en una tarde lluviosa y horrible logre asombrarse.

Esto no quiere decir que el arte deba ser sufrido para que sea mejor o más digno, por supuesto. Pero a uno le queda una sensación rara cuando piensa que a uno de los magos le espera claudia schiffer en el camarín mientras al otro le espera el vagón 3 de los 10 que le quedan.

miércoles, agosto 01, 2007

 

Google pronto me va a cepillar los dientes

Buenas, he vuelto como podrán imaginar si están leyendo esto. Gracias a un pequeño empujoncito de una gran persona acá estoy escribiendo nuevamente.

¿Y con qué empezar? ¿por qué no desde el principio?

Quiero entrar a mi cuenta y zas! "por favor, cree una cuenta de google"
¿Cómo?
¿Estamos todo locos?
Google se nos mete por los poros. Tienen cosas copadas, no lo niego: google maps por ejemplo. ¿Pero esto?

Al parecer Fotolog también se vendió a Google como una puta barata y el buscador ya ocupa más espacio que todas las funciones de la propia página. Además, para colmo, puse como dirección de Google la de Hotmail, con lo cual no sólo está mi blog a merced de esta compañía sino que también mi Msn.

Ahora entiendo a los paranoicos. Les juro que intenté leer las condiciones que ponían para esta nueva versión de Blogger, pero las hacen tan largas y aburridas que no lo pude hacer. Y ellos lo saben. Oh, sí, ellos lo saben.

Evidentemente, este post es una prueba para ver el nivel de censura que puede tener este nuevo directorio.
Sólo habrá que esperar.

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Pasando a otras cosas, hoy intentaron robarme el celular en Retiro. Ahora aclaro por qué el "intentaron".
Luego de un tranquilo viaje sentado desde Boulogne Sur Mer, donde vive mi noviecita, llegué a Retiro con el sol en su ocaso. Cuando me dispongo a cruzar la calle en dirección a la plaza de la torre de los ingleses un tipo se me pone al lado y cruza la calle conmigo
Es una calle ancha y todo lo que pasa a continuación pasó mientras cruzábamos.

Él: Vamos tranquilo, estamos caminando juntos, todo bien
Yo: ...
Él: Vos no querés morir de un tiro acá, no?
Yo: Y no
Él: Yo te voy a pedir una sola cosa, una cosa
Yo: ...
Él: Sólo una cosa quiero, dame un celular
Yo: Bueno, tomá
Le extiendo mi motorola prehistórico
Él: No filma! no, dejá, perdón che
Yo: ...

Era verdad: la tecnología mata!

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